Voluntaria en un refugio, Rachel enseguida se da cuenta de la gravedad del problema y no duda en hacerse cargo de la situación, acogiendo en su casa a Aragon y cuidándolo en sus pasos hasta la recuperación.
Aragon tenía la mandíbula fracturada en tres puntos y con la cirugía y los cuidados de Rachel ha podido sobrevivir y ahora ha sido adoptado y vive en una casita en Alemania, rodeado de tanto cariño que esperemos le ayude a olvidar esta experiencia. Ha podido por fin empezar una nueva vida.
Por suerte esta es una historia con final feliz, pero no todos los perros tienen la suerte de cruzar su camino con personas sensibles y generosas como Rachel y sus amigos.
Cuando llegó
En el sofá
Operado
En recuperación
No hay comentarios:
Publicar un comentario