Esta frase sencilla es, para mi, la que pone de acuerdo los genetistas y los conductistas. En los últimos años parece, según lo que podemos observar sobre todo a nivel político y de opinión pública, que los genetistas han vuelto al ataque después de que por muchos años los conductistas habían triunfado. Estoy hablando de la famosa ley de perros peligrosos que parece salida de las más oscuras épocas de la inquisición, legalizando una verdadera caza a las brujas. Y en este caso las brujas son perros de aspecto peligroso que se encuentran indefensos respecto al más cruel de los depredadores: el hombre. Los hemos creados, criados, adiestrados y después los matamos porque hacen exactamente lo que deben hacer. Con la escusa que la genética de estos perros es "mala" porque los ha dotado de:
- Fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia.
- Marcado carácter y gran valor.
- Pelo corto.
- Perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 centímetros, altura a la cruz entre 50 y 70 centímetros y peso superior a 20 kg.
- Cabeza voluminosa, cuboide, robusta, con cráneo ancho y grande y mejillas musculosas y abombadas.
- Mandíbulas grandes y fuertes, boca robusta, ancha y profunda.
- Cuello ancho, musculoso y corto.
- Pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas arqueadas y lomo musculado y corto.
- Extremidades anteriores paralelas, rectas y robustas y extremidades posteriores muy musculosas, con patas relativamente largas formando un ángulo moderado.
No eligamos la vía más sencilla de culpabilizar a un animal, si no intentemos escoger la más difícil: el esfuerzo, el conocimiento, la información, el trabajo, el entrenamiento. Si la diferencia del hombre respecto a los animales es la conciencia, no deberíamos olvidarnos de ella para seguir siendo dignos de ser humanos.
http://www.youtube.com/watch?v=vKp4bllOZJY&feature=share
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