El problema de la agresividad entre perros es muy importante para muchos propietarios. Los paseos a menudo se transforman en una pesadilla y en muchos casos los propietarios se rinden, evitando salir a pasear con sus perros en zonas con otros perros o evitando salir del todo...
En estos casos la convivencia se hace más complicada y la relación puede empezar a romperse.
En estos casos un buen diagnóstico es fundamental: saber si el problema viene de una mala socialización, de miedo a los demás perros, si es un problema territorial, intrasexual...
En todo caso, sea cual sea el problema que desencadena esta agresividad, la reacción de muchos propietarios es de intentar controlar al perro a través de tirones de correa. Es una reacción normal, pero tiene un impacto en el animal. Este impacto depende en muchos casos de la asociación que el animal hace entre la presencia de otro perro y el tirón de correa o la simple tensión de esta. La tensión del propietario se transmite al perro a través de la correa y el problema se empeora con un aprendizaje por asociación.
Para entenderlo mejor podemos observar estos dos vídeos en los cuales vemos que la interacción entre dos perros es interrumpida por una tensión de la correa y desencadena todos los eventos sucesivos.
En este otro vídeo, se ve una situación parecida en la cual la tensión de la correa es el desencadenante de la agresividad. Es muy interesante porque es a cámara lenta y se ve exáctamente el momento en el cual empieza el episodio agresivo.
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