viernes, 30 de marzo de 2012

El principio del handicap

 

En 1975 el biólogo Amotz Zahavi formuló su teoría del handicap en principuio para explicar un concepto aparentementecontradictorio que él había observado en la  naturaleza. Muchos animales mostraban comportamientos o características físicas que aparentemente reducían sus posibilidades de supervivencia a la hora de escapar de los depredadores o desperdiciar algunos nutrientes importantes. ¿Cómo podía ser posible que la evolución dejase que semejantes características o comportamientos se perpetuasen y transmitiesen a la descendencia? Un ejemplo que explica muy bien este concepto es  la presencia de la fabulosa cola del pavo real. Es evidente que a nivel de coste biológico, esta cola es sin dudas desvantajosa, considerando que es un obsta´culo para escapar de potenciales depredadores. Efectivamente las hembras del pavo real son bastante menos llamativas y su constitución les permite volar y moverse con más eficacia. Pero, cuando escogen a un compañero, lo hacen en base a la belleza de su cola, la más grande y rica. Al parecer los individuos que presentan estas colas serían más eficientes y fuerte, pudiendo permitirse la ostentación de una cola que en condiciones normales entorpecería su fuga de un depredador. Esta ostentación sería un mensaje engañoso para las hembras: les estarían diciendo: "Como soy fuerte y sano, puedo permitirme este desperdicio de energía". De hecho estas características se demuestran también en los leones, con sus grandes melenas y en los machos de muchas especies.
Estos carácteres dependerían de la testosterona y suponen un gran coste para su producción y conservación que solo los más fuertes se podrían permitir.
Este coste es más alto de lo que podemos imaginar: es bastante demostrado que los machos de la mayoría de las especies viven menos respecto a las hembras y, por ejemplo, los eunucos tienen una esperanza de vida más alta semejante a la de las mujeres.. Así que la inversión en testosterona es positiva en e´xito reproductivo y eficacia biológica, pero no en longevidad...



En los animales domésticos también existen estos mensajes, aunque los mecanismos son aún más finos. En los gatos, por ejemplo, los machos marcan el territorio con una orina de olor muy fuerte. Este tipo de orina contiene una gran cantidad de aminoácidos, sobre todo de la cisteina. De la degradación de la cisteina, deriva otra suatancia,, la felinina, y se cálcula que el gato desperdicia cerca del 20% de las necesidades de cisteina de esta forma. Así, según algunos autores, este tipo de marcaje daría una información de la eficacia biológica de su emisor.



En el perro podrían entrar en juego mecanismos similares en la conducta de marcaje, para comunicar, por ejemplo, el estatus jerárquico o la calidad del sujeto que ha marcado, aunque más estudios serían necesarios para comprobarlo.  .

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