martes, 10 de abril de 2012

No es verdad que…leyendas y creencias sobre perros.


La larga historia de convivencia entre perro y hombre ha creado todo un mundo de mitos y leyendas alrededor de este animal que en muchos casos podríamos definir ciencia ficción. 
Desde las épocas más remotas el hombre creaba historias, mitos y leyendas en los cuales el perro protagonista encarnaba el bien o el mal, según el caso. Los perros eran considerados dioses, figuras mitológicas o encarnación de coraje y fidelidad.
Acabado el tiempo de los mitos, en la sociedad moderna, en la cual todo parece explicable y perfectamente científico, nos sorprende que se vayan difundiendo otros tipos de mitos, quizás menos fascinantes, pero no más verdaderos. Son las que denominamos “leyendas urbanas”,  que en la mayoría de los casos nacen del boca a boca entre propietarios y que, en algunos casos pueden suponer un peligro para nuestros animales.


Es indudable que en cuestiones de salud muchas personas tienen la tendencia a escuchar más a amigos, conocidos o vecinos que a médicos y veterinarios y esto, además de irracional, puede resultar peligroso.


Es importante vigilar el estado de salud del perro, pero también ser objetivos en la observación y, en caso de duda, consultar un profesional. 



Las creencias más difundidas


Los propietarios más observadores y atentos pueden, a veces, encontrar coincidencias y relacionar situaciones que en realidad solo son frutos de su imaginación.
A continuación vamos a analizar y explicar las “leyendas urbanas” más difundidas sobre perros.



Salud y cuidados




El Dobermann es agresivo a causa de problemas en su cerebro.
En el caso del Dobermann hay dos versiones muy fantasiosas que aseguran que esta raza tiene problemas en el crecimiento de los huesos de la cabeza. Según una teoría habría un hueso que creciendo en el interior del cerebro, se clavaría con su punta en la masa cerebral determinando el comportamiento agresivo del perro. Otra versión cuenta que los huesos del cráneo del Dobremann crecen a un ritmo más lento que su cerebro. La consecuencia sería que el cerebro, comprimido por los huesos,  subiría una alteración que llevaría al perro a la agresividad y a la locura.
Es evidente que si estas teorías fueran ciertas, esta raza se habría extinguido desde hace mucho tiempo.
Lo que está claro es que el aspecto del perro no le ayuda a ser aceptado a primera vista: la naturaleza nos ha programado genéticamente para responder positivamente a algunas formas y comportamientos que, en su totalidad, se denominan “baby look”. Es por esta razón que los cachorros de cualquier animal estimulan un instinto maternal: su forma redondeada, su andadura incierta, los sonidos que emiten. El Dobermann es un perro de pelo corto, patas alargadas, es un excelente guardián y tiene un carácter fuerte y esto ciertamente ha podido fomentar las falsas creencias sobre él, considerando también que, por su aspecto, era el más utilizado por las SS en la Segunda Guerra Mundial por fines intimidatorios.



Los perros ven en blanco y negro
Los perros son capaces de percibir colores aunque de manera diferente. Esto se debe a la diferente cantidad en su retina de unas células que se llaman conos. Los perros poseen dos tipos de conos, mientras que los humanos poseemos tres. Esto se traduce en una visión más imperfecta de los colores: los perros ven amarillo lo que es rojo, naranja o verde, ven en gris lo que es violeta y en blanco otros colores. La gama de azules la ven de forma similar a los seres humanos. De hecho existe una forma de daltonismo humano en la cual las personas afectadas ven como los perros.
Esta deficiente visión de los colores se compensa con una mejor visión crepuscular respeto a los humanos, debida a la mayor presencia de otras células, los conos, que mejoran la visión en blanco y negro.  En general la agudeza visual del perro es inferior a la de los humanos y la percepción del mundo exterior se realiza también a través de los demás sentidos que el perro tiene mucho más desarrollados. 



Antes de esterilizarlo, un animal debe tener experiencias sexuales.
Esta creencia quizás venga de nuestra tendencia a humanizar a los animales. En el caso de los machos pensamos que intervenir en su “virilidad” le ocasionará problemas psicológicos. En las hembras nos convencemos que no tener cachorros le provoque depresión o tristeza. La verdad es que para los animales no se trata, como en los humanos, de un punto focal de su maduración psicológica. Es más: la esterilización temprana evita enfermedades, sobre todo en las hembras (embarazo psicológico, tumores de mama, infecciones de matriz), y problemas de comportamiento. Los animales desarrollan completamente su personalidad y evitaremos ir a aumentar el problema de tener más perros abandonados, controlando la natalidad.



Los perros esterilizados son más gordos y se vuelven tontos.
La esterilización modifica el metabolismo hormonal de los perros. Es verdad que se pueden volver más tranquilos (nunca más tontos…), y pueden aumentar su tendencia a poner grasa. Para ello es importante que garanticemos a los animales esterilizados una dieta equilibrada y específica para su nuevo estado metabólico y aumentemos la posibilidad de gastar energía con paseos y actividad física. Con estas pocas y sencillas reglas, podremos evitar los efectos colaterales de la esterilización.



El milagro de la aspirina.
Algunos propietarios tienen la tendencia potencialmente peligrosa de automedicar a sus perros. También es posible que algunos piensen que suministrar periódicamente aspirina en los meses invernales pueda proteger al perro de resfriados y tos.
Esta creencia, lejos de ser verdadera, es, en realidad, peligrosa.
El ácido acetilsalicílico que representa el principio activo de la aspirina, es un antinflamatorio muy eficaz contra dolores o inflamaciones. Sin embargo en los perros su efecto es potenciado por el hecho de que la eliminación de los fármacos por hígado y riñones es más lenta que en los humanos. Y en los gatos el efecto de la aspirina puede ser aún más peligroso por la ineficacia del metabolismo hepático. Un gato puede llegar a la muerte después de suministrarle aspirina.
Muchos medicamentos contienen los mismos principios en los fármacos humanos y veterinarios. Los problemas pueden surgir cuando se desconoce la dosis o el particular funcionamiento de los mecanismos fisiológicos del animal respeto al hombre. Ante cualquier síntoma el veterinario es el único que puede prescribir fármacos a los animales sin el riesgo que la cura sea peor que la enfermedad.




El baño
Asear correctamente a los animales parece una tarea imposible si pensamos en todo lo que escuchamos. Cada día surgen remedios infalibles para limpiar el perro, mejorar el brillo del pelo y el olor. Otra vez debemos recordar que los animales no son personas y no necesitan baños frecuentes. En condiciones normales se pueden bañar una vez al mes, cuidando que se utilicen productos específicos para perros y evitando ponerle perfumes que no sean indicados. La piel de los perros es sensible a los cambios de acidez y con baños frecuentes solo conseguimos que las glándulas sebáceas reaccionen con una mayor cantidad de producción de grasa y más olor.
Otra postura también equivocada es pensar que el perro es más feliz estando en el campo, corriendo libre sin necesidad de higiene porqué es un animal y es más feliz si está sucio. Esta postura puede hacer daño al animal que no se vigila correctamente y puede desarrollar parasitosis, infecciones de oído y boca entre otros, llegando a perjudicar su salud.


Alimentación



Los perros se aburren con la misma comida
Los perros no tienen un sentido del gusto que pueda compararse con el nuestro. Comer es para ellos una necesidad que deben satisfacer. Por esta razón no es necesario cambiar constantemente su dieta, pero si asegurarnos que esta les aporte todos los nutrientes que necesitan. La forma mejor de alcanzar este objetivo es administrarle dietas que están diseñadas para perros que contengan todos los nutrientes en forma equilibrada. Podemos asesorarnos preguntando a profesionales sobre cual es la dieta más apropiada para nuestro amigo considerando su edad y estado fisiológico. Podrá comer cada día el mismo plato sin necesidades de cambiar o añadir nada. Es muy común que los dueños añadan comida casera al pienso, para hacerlo más apetitoso. Se le añade yogurt, un poco de aceite o salsa o arroz…Un pienso equilibrado no necesita ningún extra, aunque podemos utilizar golosinas en cantidades moderadas para premiar al perro si se ha comportado bien. 




Son carnívoros: que coman carne
Indudablemente la proteína tiene un papel primordial en la alimentación del perro. Sin embargo no debemos olvidar que los perros no son carnívoros estrictos. Son muchos los nutrientes que necesitan además de la carne y esto es verdad también si hablamos de sus antepasados: los lobos. Cuando un lobo mata una presa junto con la carne, representada por el músculo, ingiere  cantidad de otros elementos. Pensamos al contenido intestinal de los herbívoros y a la piel y plumas de las aves. Proporcionando al perro solo el músculo, no satisfacemos todas sus necesidades nutricionales básicas para vivir.



La dieta casera
En algunos propietarios está radicada la idea que los perros pueden ser alimentados con los mismos alimentos que los humanos. A veces la idea es todavía más peligrosa: que los perros pueden vivir de las sobras de su comida. Quizás esto dependa de costumbres antiguas de encontrar un perro y darle de comer lo que podemos en aquel momento. Si se trata de un perro que vive en familia y tiene a nosotros como única fuente de alimento, debemos considerar que la alimentación casera puede ser inadecuada y hasta peligrosa. Los perros no pueden comer los mismos alimentos de los humanos por la razón que su sistema de metabolismo de los alimentos es diferente. Hay alimentos muy grasos, condimentados, salados o dulces que pueden representar un problema para la salud del perro.
Si queremos empezar una dieta casera tenemos que elaborarla siguiendo los consejos de un profesional que, con fundamentos científicos, podrá aconsejarnos sobre el tema.

Comportamiento



Perro ladrador poco mordedor
Este dicho popular que bien define a las personas que en un momento de mal genio dicen algo que luego no cumplen, poco se adapta a los perros. En realidad el hecho de ladrar es una característica seleccionada por el hombre en los perros guardianes. De hecho el lobo utiliza poco el ladrido en sus vocalizaciones respeto al perro. Indudablemente en la agresividad y en su punta más aguda representada por la mordedura, entran en juego muchas más señales que debemos interpretar correctamente, como gruñir, mostrar los dientes, la cola y las orejas erguidas. En general ladrar es un síntoma de excitación o nerviosismo y de allí todo en lo que puedan desembocar estos estados de ánimo: un juego o un peligro. De todo esto podemos concluir que si no conocemos al perro es mejor no ir demasiado confiados, pensando también que hay sujetos que por varias razones  como por ejemplo una alterada socialización, no demuestran sus estados de ánimo bien codificados y pueden engañarnos.




Mueven la cola si están felices
Normalmente los perros suelen mover la cola en situaciones de juego o excitación, cuando se preparan al paseo o cuando su dueño vuelve a casa. Recientes estudios se han fijado en la forma de mover la cola, y se ha concluido que no siempre es síntoma de un estado de ánimo pacifico. Un perro puede mover la cola demostrando espera, duda ante una situación o nerviosismo. Por estas razones no se debe interpretar siempre como un signo positivo y recordar lo que hemos dicho en el punto anterior: es importante conocer el perro o preguntar a su dueño sobre su actitud, evaluando al mismo tiempo otras señales que puede enviarnos.




Educarlo para ir al baño
Todos hemos escuchado al menos una vez en la vida que si el perro se resiste a hacer sus necesidades donde toca, la cosa mejor que podemos hacer es ponerle el morro en sus excrementos para que aprenda. Esta teoría además de no ser cierta no tiene ninguna evidencia o base sobre la cual explicarse. La educación de un cachorro no pasa por los malos tratos, los gritos o raras actuaciones. Todo lo que se necesita son unas pautas correctas que respetar a la letra sin crear equivocaciones en el cachorro. Si somos firmes y coherentes el perro aprenderá con más o menos rapidez, pero alcanzaremos la meta. Reñir al cachorro resulta inútil si no lo hacemos en el momento de la actuación indeseada. Los perros viven el presente, el momento y no asocian nuestros gritos con algo que han hecho, solo no lo entienden y lo único que conseguiremos es que nos tengan miedo.



(Revista "Perros & Compañía" Octubre 2009 - n. 185)

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