viernes, 11 de septiembre de 2009

Adoptar un perro




La convivencia con un animal conlleva una responsabilidad muy grande y esto es más real si hablamos de la convivencia con un perro. Un perro es un ser que depende de nosotros por su educación, su alimentación, su cuidado y, por supuesto necesita tiempo, dedicación y cariño. Condiciona nuestra vida, nuestros horarios, es fuente de preocupaciones y obligaciones. Sin hablar del dolor que causa su pérdida, considerando la brevedad de su vida respecto a la nuestra. Entonces, ¿por qué queremos un perro? No obstante la verdad de todo lo que hemos dicho antes, la convivencia con un perro  nos enriquece cada día de nuevas sensaciones y sentimientos, de satisfacciones de otra forma desconocidas, nos enseña la fidelidad, la humildad, el amor incondicionado y duradero. Quién vive con un perro sabe que él puede ayudarnos a sonreír en los peores momentos, despertarnos y darnos ánimo en las situaciones de depresión y soledad, ser el compañero de largos paseos.
Considerando todo esto, nos parecen pequeños los sacrificios que debemos a cambio.
(Revista "Perros & Compañía"  Septiembre 2009 - )n. 184


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